Se llama pintada, grafito1 o grafito2 (las dos últimas del italiano graffiti, graffire, y este a su vez del latín scariphare, ‘incidir con el scariphus’ —estilete o punzón, con el que los antiguos escribían sobre tablillas—3 4 ) a una modalidad de pintura libre, destacada por su ilegalidad, generalmente realizadas en espacios urbanos. Su origen se remonta a las inscripciones que han quedado en paredes desde los tiempos del Imperio romano, especialmente las que son de carácter satírico o crítico. Para denominar estas inscripciones de época arqueológica es más frecuente el uso de la palabra «grafito».
Sin embargo los propios grafiteros, además de muchas de las referencias editoriales,8 los medios de comunicación,9 páginas web,10 11 positivos,12 y revistas especializadas13 14 utilizan la acepción italiana graffiti para referirse al grafito tanto en su acepción de movimiento cultural y artístico, así como a las como a las propias pintadas.